Una historia de ciencia ficción


Como lamento tener que criticar a Obama, conociendo que, en ese país, hay otros posibles Presidentes peores que él. Comprendo que ese cargo en Estados Unidos es hoy un gran dolor de cabeza. Quizás nada lo explica mejor que lo informado ayer por Granma de que 237 miembros del Congreso de Estados Unidos; es decir, un 44% de los mismos, son millonarios. No significa que cada uno de ellos tenga obligación de ser reaccionario incorregible, pero es muy difícil que piense como cualquiera de los muchos millones de norteamericanos que carecen de asistencia médica, están sin empleo o tienen que trabajar duramente para ganarse la vida.

Obama, desde luego, no es un pordiosero, posee millones de dólares. Como profesional fue destacado; su dominio del idioma, su elocuencia y su inteligencia no se discuten. A pesar de ser afroamericano fue electo Presidente por primera vez en la historia de su país en una sociedad racista, que sufre de una profunda crisis económica internacional, cuya responsabilidad recae sobre sí misma.

No se trata de ser o no antiestadounidense, como el sistema y sus colosales medios de información pretenden calificar a sus adversarios.

El pueblo norteamericano no es culpable, sino víctima de un sistema insostenible y lo que es peor: incompatible ya con la vida de la humanidad. 

El Obama inteligente y rebelde que sufrió la humillación y el racismo durante la niñez y la juventud lo comprende, pero el Obama educado y comprometido con el sistema y con los métodos que lo condujeron a la Presidencia de Estados Unidos no puede resistir la tentación de presionar, amenazar, e incluso engañar a los demás.

Es obsesivo en su trabajo; tal vez ningún otro Presidente de Estados Unidos sería capaz de comprometerse con un programa tan intenso como el que se propone llevar a cabo en los próximos ocho días. 

De acuerdo con lo programado, un amplio recorrido lo llevará a Alaska, donde hablará con las tropas allí desplegadas; Japón, Singapur, la República Popular China y Corea del Sur; participará en la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN); sostendrá conversaciones con el Primer Ministro de Japón y su majestad el Emperador Akihito, en la Tierra del Sol Naciente; los primeros ministros de Singapur y Corea del Sur; el presidente de Indonesia, Susilo Bambang; el de Rusia, Dmitri Medvédev, y el de la República Popular China, Hu Jintao; pronunciará discursos y conferencias de prensa; portará su maletín nuclear, que esperamos no tenga necesidad de usar durante su acelerado recorrido.

Su asesor de Seguridad informa que discutirá con el Presidente de Rusia la reivindicación del Tratado START-1, que vence el 5 de diciembre de 2009. Sin duda, algunas reducciones en el enorme arsenal nuclear se acordarán, sin trascendencia para la economía y la paz mundial.

¿Qué piensa abordar nuestro ilustre amigo en el intenso viaje? La Casa Blanca lo anuncia solemnemente: el cambio climático, la recuperación económica, el desarme nuclear, la guerra de Afganistán, los riesgos de guerra en Irán y en la Republica Popular Democrática de Corea. Hay material para escribir un libro de ficción.

Pero cómo va a resolver Obama los problemas climáticos si la posición de su representación en las reuniones preparatorias de la Cumbre de Copenhague sobre las emisiones de gases de efecto invernadero fue la peor de todos los países industrializados y ricos, tanto en Bangkok como en Barcelona, porque Estados Unidos no suscribió el Protocolo de Kyoto, ni la oligarquía de ese país está dispuesta a cooperar verdaderamente.

Cómo va a contribuir a la solución de los graves problemas económicos que afectan a gran parte de la humanidad, si la deuda total de Estados Unidos —que incluye la del Gobierno Federal, los gobiernos estatales y locales, las empresas y las familias— ascendía, al cierre del 2008, a 57 millones de millones, que equivalían a más del 400% de su PIB, y si el déficit presupuestario de ese país se elevó a casi un 13% de su PIB en el año fiscal 2009, dato que sin duda Obama no desconoce.

¿Qué le puede ofrecer a Hu Jintao si su política ha sido francamente proteccionista para golpear las exportaciones chinas; si exige a toda costa que el gobierno chino revalúe el yuan, lo cual afectaría las importaciones crecientes del Tercer Mundo procedentes de China?

El teólogo brasileño Leonardo Boff —que no es discípulo de Carlos Marx, sino católico honesto, de los que no están dispuestos a cooperar con el imperialismo en América Latina— afirmó recientemente: "... arriesgamos nuestra destrucción y la devastación de la diversidad de la vida."

"... casi la mitad de la humanidad vive hoy por debajo del nivel de miseria. El 20% más rico consume el 82,49% de toda la riqueza de la Tierra y el 20% más pobre se tiene que sustentar con un minúsculo 1,6%." Cita a la FAO advirtiendo que: "... en los próximos años habrá entre 150 y 200 millones de refugiados climáticos." Y añade por su cuenta: "la humanidad está hoy consumiendo un 30% más de la capacidad de reposición... La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más."

Lo que afirma es cierto, pero Obama y el Congreso de Estados Unidos no se han enterado todavía.

¿Qué nos está dejando en el hemisferio? El problema bochornoso de Honduras y la anexión de Colombia, donde Estados Unidos instalará siete bases militares. También en Cuba establecieron una base militar hace más de 100 años y todavía la ocupan por la fuerza. En ella instalaron el horrible centro de tortura, mundialmente conocido, que Obama no ha podido cerrar todavía. 

Sostengo el criterio de que antes de que Obama concluya su mandato habrá de seis a ocho gobiernos de derecha en América Latina que serán aliados del imperio. Pronto también el sector más derechista en Estados Unidos tratará de limitar su mandato a un período de cuatro años de gobierno. Un Nixon, un Bush o alguien parecido a Cheney serán de nuevo Presidentes. Entonces se vería con toda claridad lo que significan esas bases militares absolutamente injustificables que hoy amenazan a todos los pueblos de Suramérica con el pretexto de combatir el narcotráfico, un problema creado por las decenas de miles de millones de dólares que desde Estados Unidos se inyectan al crimen organizado y a la producción de drogas en América Latina.

Cuba ha demostrado que para combatir las drogas lo que hace falta es justicia y desarrollo social. En nuestro país, el índice de crímenes por cada cien mil habitantes es uno de los más bajos del mundo. Ningún otro del hemisferio puede mostrar tan bajos índices de violencia. Es conocido que a pesar del bloqueo, ningún otro posee tan elevados niveles de educación. 

¡Los pueblos de América Latina sabrán resistir las embestidas del imperio!

El viaje de Obama parece historia de ciencia ficción. 



Fidel Castro Ruz
Noviembre 11 de 2009
7 y 16 p.m.


El peso del imperio


El hoy presidente Barack Obama dijo hace año y medio, en su elocuente discurso sobre el problema racial, que los Estados Unidos no estaban condenados a ser prisioneros de su pasado: del "pecado original de la esclavitud de los negros". Y citó con razón, como prueba de que las cosas pueden cambiar, su propio caso: el hecho, imposible hace apenas veinte años, de que el hijo de un negro de Kenya y de una blanca de Kansas fuera candidato de un gran partido a la presidencia del país. Pero hace unos días, cuando presentaba en el Capitolio de Washington su plan de reforma del sistema de salud, un congresista de Carolina del Sur le gritó: 

- ¡Mientes! 

Obama no mentía. Pero lo que importa es que el grito se entendió como una cruda expresión de odio racista. La columnista del New York Times Maureen Dowd señala que quedó implícita en el grito, como flotando en el aires, la palabra "boy" (muchacho). El "you lie!" del congresista sureño no significaba "usted miente, Presidente", sino "mientes, negro". En el Sur se tutea a los negros, y se les dice "muchacho". Y como es apenas obvio, la elección de un Presidente negro por asombrosa que sea no basta para borrar siglos de racismo: el pasado sigue pesando.

Sin embargo no es sólo por motivos racistas que Obama tiene tantas dificultades para hacer pasar sus proyectos de política interior, como la reforma de la salud, o el anunciado cierre de la cárcel de Guantánamo, o el rescate de la economía sumida en la depresión. Todos los presidentes norteamericanos han tenido esos problemas, y en particular los presidentes demócratas, aunque tengan mayoría en el Congreso. Y eso contrasta con la aparente facilidad con que manejan la política exterior: la retirada de las tropas de Irak o el abandono del proyecto "escudo anti-misiles" que iba a ser instalado en Europa oriental, a las puertas de Rusia, en el caso de Obama; o al contrario, en el de Bush, la invasión a Irak y el despliegue del escudo. Pero repito: esa facilidad es sólo aparente. No existe sino cuando los proyectos del presidente de turno coinciden con los intereses del proyecto profundo que viene del pasado, como ocurría con George W. Bush: un idiota, pero que iba a favor de la corriente. Así, los Estados Unidos se retiran de la guerra de Irak porque no pudieron ganarla, no porque Obama sea un pacifista: por eso siguen bombardeando Afganistán y apoyando allí, en nombre de la restauración de la democracia, a un gobierno corrupto que acaba de hacer un fraude descarado en las elecciones. Por eso mismo continúa el Southern Command ampliando su presencia militar en América Latina a través de las siete bases cedidas por el gobierno de Colombia, pese a las protestas de todos los gobiernos vecinos y en contradicción con las promesas de transparencia y diálogo hechas hace cuatro meses por el propio Obama en la Cumbre de las Américas reunida en Puerto España. Los métodos siguen siendo los mismos de siempre, y la "guerra contra el narcotráfico y el terrorismo" sigue siendo el pretexto de las intervenciones: el mismo que en los tiempos de Bush. Los Estados Unidos siguen siendo un imperio, aunque el emperador ahora sea negro.

Y también aunque sus intenciones y sus convicciones no sean imperiales. Obama sin duda era sincero cuando ofrecía un nuevo diálogo de igual a igual, no sólo en Puerto España para América Latina sino también en El Cairo para los países árabes del Oriente Medio. Diga Obama lo que diga, la inercia imperial de los Estados Unidos sigue siendo más fuerte que la voluntad de su transitorio gobernante. Así lo pudo comprobar, por ejemplo, el bienintencionado presidente Jimmy Carter cuando fue derrotado en la reelección por haber querido respetar la justicia por sobre los intereses imperiales, y en consecuencia haber "perdido" el Irán del Sha ante la revolución islámica y la Nicaragua de Somoza ante la sandinista. El emperador no maneja el imperio, sino al revés: es el imperio el que impone su peso abrumador sobre la política del emperador,dictándosela, quiera o no quiera.

Es lo que llaman el peso de la púrpura.

El peso de la púrpura es tan grande que no deja andar al idealista a Obama. Le sucede como al albatros inmenso del poema de Baudelaire semejante al poeta: un "vasto pájaro marino" al cual "sus alas de gigante le impiden caminar".

Por Antonio Caballero

Perú: Alan García y la masacre de Bagua

Luego de varios días de protestas en las comunidades indígenas de la amazonía peruana por la decisión gubernamental de ceder a empresas transnacionales grandes zonas de la selva amazónica  para la deforestación, la explotación minera y petrolera, el presidente peruano Alán García ordenó retomar a sangre y fuego la zona de "Bagua" que estaba en poder de los protestantes. Esta acción ha provocado una masacre donde se cuentan más de 20 muertos, decenas de heridos y cientos de detenidos. La prensa libre ha sido silenciada y los mass media manipulan la información para criminalizar la justa protesta y satanizar a los líderes indígenas. Fue decretado el toque de queda y mucho habitantes de la zona denuncian que son sacados de sus casas por la fuerza en medio de la noche, ya se temen desapariciones forzosas.

Saludos...Moliere.





Ivan Marquez: La hecatombe de Uribe


Acorralado en su propia hecatombe, le llegó la hora de responder ante la justicia. No más cortinas de humo, no más boberías como esa del efecto teflón, no más periodistas lambones o mercenarios perfumando con sus campañas mediáticas las podridas emanaciones del Palacio de Nariño. Se agotaron los artificios que encubrían la portentosa ilegitimidad de las instituciones de Colombia. El Presidente Uribe debe renunciar.

Su gobierno es el más vergonzoso arquetipo de la ilegitimidad en todo el ámbito de las naciones latinoamericanas. Que renuncie para que responda ante las autoridades judiciales y la conciencia ética del país por sus actividades delictivas anteriores a la Presidencia y en el curso de ella.

Francisco Enrique Villalba Hernández, cabecilla paramilitar, preso en La Picota y testigo de excepción, acaba de acusar al Presidente Uribe de haber planificado, siendo gobernador de Antioquia, la terrible masacre de la población de El Aro, en 1997. La reunión de los “Doce Apóstoles” del paramilitarismo –los que daban el visto bueno para tales masacres-, tuvo lugar en La Caucana y en ella participaron Álvaro Uribe y su hermano Santiago, los generales del ejército: Ospina y Manosalva, el general de la policía Roso José Serrano y el capo narco paramilitar Salvatore Mancuso, entre otros. Las casas quemadas y humeantes de El Aro y los gemidos de los moribundos deben acribillarle la conciencia. ¡Que el solio presidencial se convierta en banquillo de los acusados!

El gobierno del señor Uribe está erigido sobre miles de fosas comunes y masacres, millones de desplazados y tierras despojadas…, sobre los peores crímenes de lesa humanidad. Sus dos campañas presidenciales fueron financiadas generosamente con los dólares de la cocaína del paramilitarismo. Entró por segunda vez en el Palacio de Nariño chalaneando sobre el fraude electoral organizado por el director del DAS y el jefe paramilitar Jorge 40.

Todo su entorno y la gran mayoría de sus capitanes políticos ya están tras las rejas o huyendo de la justicia acusados de paramilitarismo. La más reciente y espectacular de estas aprehensiones ha sido la del senador Mario Uribe Escobar, primo del Presidente en la sangre, en las campañas políticas y en el concierto para delinquir. Quiso escapar a la justicia solicitando asilo en la embajada de Costa Rica, olvidando el protuberante detalle que no era un perseguido político del Estado, sino el primo del jefe de Estado, el Presidente Uribe, quien ha expresado su dolor por esta detención. Ya está a buen recaudo y al paso que van las cosas alguien tendrá que presentar un Proyecto de Ley que convierta la prisión de La Picota, en sede alterna o sede principal del Congreso de esta pobre República.

Y están en la larga lista de espera de la Corte Suprema de Justicia la presidenta del Congreso Nancy Patricia Gutiérrez, otros “honorables padres de la patria”, Luis Camilo Osorio, ex Fiscal General del paramilitarismo y embajador de Uribe en México, la ex ministra Sandra Suárez, el actual ministro de Hacienda, los altos mandos militares, algunos empresarios y ganaderos… Y por ahí hay un Vicepresidente de apellido Santos entre los fundadores del denominado Bloque Capital de los paramilitares, y otro Santos Ministro de Defensa que se reunía con el jefe paramilitar Carlos Castaño a conspirar para derrocar al gobierno del Presidente Samper. Y qué decir del Procurador General de la Nación, Edgardo Maya, que recibía directamente de su hermano los requerimientos de los sanguinarios y mafiosos paramilitares de la Costa… ¿Quién no recuerda al senador Uribe Vélez, como oferente en el salón rojo del Hotel Tequendama de un inusual desagravio al carnicero de Urabá, el general paramilitar Rito Alejo del Río? Y todavía tienen el descaro de decir que se trata de casos aislados y de responsabilidades individuales.

La ilegitimidad y la ilegalidad siempre ha sido el escenario natural de las acciones políticas del señor Uribe. Su segundo mandato consecutivo nació del delito de cohecho. Compraron el voto que necesitaban para torcerle el cuello a la Constitución que prohibía taxativamente la reelección presidencial en Colombia, dejando como huella imborrable del delito, un monumento faraónico a la ilegitimidad: el Acto Legislativo reformador de la Constitución que finalmente satisfizo su ambición.

Con este panorama de zozobra no es difícil entender que la incursión militar de tropas colombianas en el Ecuador con la consiguiente tensión internacional, las infundadas acusaciones del gobierno de Bogotá a los presidentes de Venezuela y Ecuador, la terca negativa al despeje militar de Pradera y Florida para el intercambio humanitario, o la misión médica francesa impulsada con timbales mediáticos, eran densas cortinas de humo y estratagemas para tapar la criminalidad y la inmoralidad de un gobierno que merece todo el desprecio de los colombianos y el aislamiento del mundo civilizado.

Un enronquecido grito social de indignación se está levantando desde abajo. El pueblo no quiere una solución de la crisis desde las alturas o surgida del consenso de las élites podridas que sólo buscan “borrón y cuenta nueva” para que todo siga igual bajo el imperio tiránico de la impunidad. Quiere revocatoria del ilegítimo Congreso. Nuevas elecciones. Renuncia del ilegítimo presidente. No quiere más reformas políticas cosméticas ni demagógicas. Cuando Uribe contrariando al pueblo, pide desde su incertidumbre el fortalecimiento de las instituciones, lo hace porque sabe que si llegare a caer el Congreso deberá caer también el cabecilla de la ilegitimidad que es el propio Presidente. Quiere la impunidad y por eso pide por interpuestas personas la creación de un súper tribunal que se ocupe de juzgar a los congresistas, a los magistrados de las cortes y al Presidente en un enrevesado intento de eludir su responsabilidad. “Impunidad para todos o para ninguno”. Que mueran Sansón y todos los filisteos, parece ser el chantaje de su consigna. Ahora está pidiendo respeto a la presunción de inocencia, pero nunca se acordó de este derecho universal cuando encarcelaba a más de 150 mil ciudadanos acusándolos de ser auxiliadores de la guerrilla en el marco ilegal de sus redadas fascistas.

Con el Manifiesto de las FARC y con la bandera programática de la Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia llamamos a las organizaciones populares del país, a las fuerzas que anhelan protagonizar los cambios, a un Gran Acuerdo Nacional orientado a la construcción de un nuevo gobierno verdaderamente democrático, cuya primera urgencia sea la paz con justicia social. Un nuevo gobierno que convoque al diálogo de paz con la guerrilla. Que una vez logrado el acuerdo con la insurgencia y la opinión del soberano, refrende dicho acuerdo con una Asamblea Nacional Constituyente que dote al país de una nueva Carta Política que le permita navegar hacia la Nueva Colombia, con la bandera política y social del Libertador, bien desplegada.

Imperio Norteamericano busca redimensionar el conflicto

La situación mundial actual, nos presenta escenarios antagónicos, marcados por la merma de recursos naturales no renovables, de carácter fundamentalmente estratégicos, “que muy bien podrían generar conflictos regionales, promovidos por la gran potencia, a fin de propiciar las condiciones que le permitan una intervención directa, que le garantice el control de los recursos energéticos”, como arma vital para el logro de sus objetivos hegemónicos.

Algunos analistas, han hecho público su criterio, de que la próxima guerra mundial, posiblemente sea por el agua, como consecuencia directa de su probable escasez, producto de los daños irreversibles ocasionados al medio ambiente, entre los que se considera la deforestación de extensas aéreas y el uso irracional de recursos energéticos, con incidencia en la capa de ozono, que se están manifestando en los cambios climáticos y los fenómenos naturales, que de hecho ya está dejando sentir sus efectos en la humanidad.

El mayor reservorio de agua del planeta esta localizado en el sub-continente suramericano, específicamente en la amazonia, que debe ser preservado por sobre todas las cosas, ante las pretensiones imperialistas de señalarlo como “patrimonio de la humanidad” y por ende de interés supra nacional, dejando a un lado la soberanía de los territorios patrios.

“El centro geopolítico del conflicto mundial actual”, se encuentra localizado en el medio oriente y de manera especifica, en los conflictos de Afganistán, Irak, Israel y Palestina, que claramente responden a los intereses de los EEUU, ante la necesidad de “controlar el petróleo” existente en dicha región, como fuente de energía indispensable para el mantenimiento de su economía y el sostenimiento de sus políticas hegemónicas; a los que para su mejor comprensión, muy bien pudiéramos agregarle algunos ingredientes, como el caso del incremento de los precios del Petróleo, en lo que nuestro presidente ha jugado un papel preponderante, a raíz de la gira que emprendida por los países integrantes de la OPEP, así como con sus posteriores actuaciones.

Necesario es, señalar la introducción de un nuevo concepto en la doctrina militar de los EEUU., basado en la teoría de la “Guerra Preventiva”, como amenaza de intervención unilateral de cualquier territorio, ante sus propias e “irrebatibles” consideraciones de amenaza de sus intereses, cuyo mejor ejemplo lo tenemos en el caso de la invasión a Irak, actualmente en desarrollo, basado en la supuesta existencia de armas de destrucción masiva, que nunca han podido demostrar y que ha traído consecuencias irreversibles por la gran cantidad de perdidas de vida humana, que no justifican tan brutal agresión y que a la par, están afectando su economía.

Vistas las situaciones de guerra que afectan al medio oriente y las bondades que nos supone, poseer en la región, la mayor cantidad de reserva mundial de recursos naturales no renovables de carácter estratégico, consideré oportuno realizar un análisis con miras a determinar las implicaciones que ello, podría tener en el sub-continente y específicamente en nuestro país; incluyendo para ello, la orientación, que la gran potencia le pueda dar a una posible reubicación del “centro geopolítico del conflicto”, ante la amenaza que supone la tesis de la “guerra preventiva”.

La recopilación de evidencias, presentadas por analistas expertos en la materia, a través de medios de comunicación nacionales e internacionales, conjugado con nuestros propios conocimientos, nos permite elaborar un mapa estratégico de la región, que nos facilita la determinación de la “ejecución de importantes globos de ensayo” con ingredientes intervencionistas por parte de los EEUU, entre las que vale la pena considerar las presentadas a continuación:

1.- Primeramente, destacar que posterior a la salida de las unidades del Comando Sur del territorio Panameño, sus bases navales fueron desplegadas en las islas del caribe (Aruba y Curazao) y sus bases aéreas en Ecuador (Manta), Colombia (Tres esquinas, Apiay , Melgar y Arauca) ) y Paraguay, (en la triple frontera;: Argentina, Brasil y Paraguay), entre otras, sin hacer referencia a las que por solicitudes de los nuevos gobiernos de algunos países, han ido desocupando.

2.- En el caso de BOLIVIA, país con grandes reservas probadas de gas, que además de cubrir sus demandas internas, suministra gran cantidad de tan preciado recurso a países como Argentina y Brasil, en el marco de la integración regional; los ha conducido a confrontar la implementación de la estrategia de la Media Luna, con supuestas intenciones de crear e incentivar un movimiento separatista similar al de Bosnia. Así como a sortear los descalificativos que la asocian con el narcotráfico, como consecuencia del cultivo de la hoja de coca y de las políticas nacionalistas e integracionista implementadas por el gobierno del presidente Evo Morales.

3.- En el caso COLOMBIA, es necesario conocer la historia que se remonta a la lucha entre liberales y conservadores, seguida del asesinato del líder “Gaitán”, el surgimiento de las FARC, las conversaciones Belisario – FARC, el surgimiento de la UP, el posterior aniquilamiento de sus lideres, el resurgimiento de las FARC, la creación de las AUC (paramilitares), hasta nuestros días, pasando por la implementación del “Plan Colombia”, que inicialmente llevaba implícita la misión de “apoyar la lucha contra el narcotráfico”, y que posteriormente ampliado con el “Plan Patriota”, incremento notablemente la capacidad militar de las fuerzas militares colombianas, consideradas como su principal aliado en la región y que a su vez han contribuido al desbalance militar en la región; a lo que se le suman las acciones tomadas para neutralizar el mantenimiento de los sistemas de armas de las Fuerzas Armadas Venezolanas, entre los que destacan los aviones F-16 y la adquisición de nuevos equipos, como el caso de los aviones Súper Tucanos de fabricación Brasilera y los aviones de transporte de la empresa española CASA., entre otros. Por lo que para el cumplimiento de la misión de defensa, el gobierno de nuestro país, se vio en la necesidad de tener que recurrir a la adquisición de otros sistemas. La historia es conocida por todos

4.- En el caso VENEZOLANO, es hecho notorio, público y comunicacional, su participación en los sucesos de abril de 2002, llamando la atención la demanda introducida en fecha reciente, en contra de PDVSA, por la empresa petrolera Exxon y más aun, las condiciones en la que fue realizada. Así como su indiscutible participación en los últimos acontecimientos, que no podemos apartar de nuestros análisis, porque que crearon una verdadera situación de conflicto en la región, ante el hecho inédito de la agresión de la que fue objeto el territorio ecuatoriano, por fuerzas militares colombianas, con el apoyo de los estados unidos, en el marco del Plan Patriota, bajo la tesis de la “guerra preventiva”, que muy bien pudiera ser considerado como un “globo de ensayo”, con impredecibles consecuencias y que de manera inesperada, gracias a la prudencia y el raciocinio de la mayoría de los jefes de estado y a la reconocida intervención de nuestro presidente, fue resuelta, triunfando la paz y no presidente alguno y mucho menos Uribe, como inmediatamente después de clausurada la cumbre de río, en su afán de politizar las ideas, salieron a afirmarlo los voceros claramente identificados como “acérrimos opositores” de las políticas de nuestro gobierno, inclusive, ante la implementación de “acciones defensivas preventivas”, producto de la amenaza que significaba la “guerra preventiva”, que para mi entender, nos indica “invade primero e informa después”, de la que no estábamos ni estaremos exentos. Teniendo además la desfachatez de tratar de descalificar al Señor Presidente de los ecuatorianos, tildándolo de “muchacho malcriado”, sin considerar que el Señor Presidente Correa, además de jefe de estado y de gobierno, es el líder de una nación que lo eligió para conducir su destino y que luego de una agresión de tal naturaleza, no esperaba menos que un simple abrazo. A mi criterio, el Presidente correa, con mucho coraje, aceptando el abrazo y las disculpas en función de la paz, dejo bien sentado el precedente de actuar bajo el criterio de la dignidad , consciente de la responsabilidad y el respeto que su pueblo esperaba de él. ¡Si arrugamos un papel, por mas que tratemos de llevarlo a su estado natural, seguramente quedaran arrugas ¿Imagínense como ha de sentirse un ciudadano que ama su país, cuando ve violado lo mas sagrado, como lo es su suelo patrio? ¿Le bastaría una simple disculpa?. Por ello, la afirmación señalada al principio, digna de seguimiento que nos indica:

“que muy bien podrían generarse conflictos de naturaleza regional, promovidos por la gran potencia, a fin de propiciar las condiciones que le permitan una intervención directa para garantizarse el control de los recursos”

Todo ello, me conduce a inferir que las acciones implementadas por los EEUU., estarían dirigidas, no solo a garantizarse para si, el control de los recursos naturales no renovables de carácter estratégico; sino también a impedir los proceso de integración sub-regional, que consideran adversos a sus intereses hegemónicos, como el caso del ALBA, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), PETROSUR, PETROCARIBE, BANCO DEL SUR y otros organismos de integración sur americana, creados con miras a favorecer un desarrollo mas equitativo, armónico e integral de la América del Sur; así como a anular a sus lideres.

De allí que la nueva estrategia estaría dirigida a mermar la capacidad de liderazgo del principal dirigente político de este proceso de integración de Suramérica representada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Comandante. HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, mediante dos estrategias relacionadas entre si, posiblemente inmersas en la tesis de la “guerra preventiva” a saber:

1.- Una estrategia de carácter internacional dirigida a vincularlo con el narcotráfico y la guerrilla Colombia, manipulando claramente el proceso humanitario implementado en pro de la PAZ, que sin lugar a dudas, ha conducido a importantes logros, materializados en la liberación de un considerable numero de rehenes; lo que al afectar sus intereses, los motivo a desarrollar de manera inmediata e inesperada, operaciones militares y psicológicas, dirigidas a lograr su descalificación, utilizando además el Plan Patriota, como medio para justificar sus fines. Esta estrategia no respeta límites por lo que trataran de utilizar todos los recursos de los que disponen para presentar ante el mundo, a Venezuela como un “estado terrorista”, valiéndose de calificaciones que de manera unilateral utilizan.

2.- Una estrategia de carácter nacional, que espera contar con el decidido apoyo de reconocidos connacionales, dirigida a provocar una crisis económica, política y social, que logre mermar su liderazgo y lo conduzca al debilitamiento político, con la finalidad de lograr su salida del poder, mediante la reeditación de planes e implementaciones de medidas en las que se aprecia el incremento de la campaña publicitaria para lograr el descrédito del gobierno en materia de seguridad ciudadana y carcelaria, salud, transporte publico y en lucha contra la corrupción, Así como la ejecución de actividades encaminadas a reducir al mínimo la capacidad de producción nacional, a fin de provocar la escasez de productos de la cesta básica y con ello las condiciones para que se produzcan saqueos; creando además la matriz de opinión de la “baja popularidad del señor presidente”, utilizando para ello el manejo de encuestas. Todo en función de aprovechar al máximo, el escenario político que les proporcionan “las elecciones de alcaldes y gobernadores” a realizarse el próximo mes de noviembre.

En conclusión, mi apreciación es que el Imperio Norteamericano busca redimensionar el conflicto.



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