Banda de sicarios colombianos opera en Venezuela, Ecuador, México, EEUU, España y Panamá
Bogotá.- Una banda de sicarios colombianos acusada de unos 200 homicidios y cuyos miembros están afiliados a la seguridad social y tienen vacaciones opera en otros siete países, incluidos Venezuela, Ecuador, México y Panamá, reveló hoy una investigación periodística.
La organización también actúa en Brasil, España y Estados Unidos y se denomina "Los Tres Puntillas", debido a que a algunas de sus víctimas les deja como señal tres clavos incrustados en el cráneo, según investigadores de la fiscalía colombiana citados por el diario El Tiempo.
De acuerdo con la publicación, "los pistoleros son contratados por mafias y particulares que pagan por aniquilar a sus enemigos sin dejar rastro", y en Colombia están al servicio del capo del narcotráfico Wílber Varela, alias "jabón", informó AFP.
Sicarios capturados aseguran que el jefe de la banda, el ex policía colombiano Jair Molina, "premia" al "escuadrón especial" que opera en el exterior con viajes por el Caribe con todos los gastos pagos.
"Incluye hoteles cinco estrellas para uno y toda la familia, y luego se vuelve al trabajo", cuenta Carlos Mario Kerguelen, uno de los 14 detenidos hasta la fecha. Se estima que la organización tiene unos 30 integrantes.
Las autoridades sospechan que una de las víctimas de la banda, creada en 1997 y basada en la ciudad de Cali (suroeste), es el ex oficial de la policía colombiana Jaime Pineda, quien trabajaba para el cártel de norte del Valle y fue ultimado a tiros en septiembre de 2005 en Acapulco (México).
También es responsable del asesinato del futbolista profesional Albeiro "Palomo" Usuriaga, baleado en febrero de 2004 en Cali, según uno de los capturados.
"Todo indica que fue por asuntos sentimentales y que Usuriaga desconocía los hechos", consigna un informe confidencial, según el cual la orden fue dada por un ex cabecilla de la organización.
Asimismo, los investigadores han establecido que la banda tiene una red de informantes en los organismos de seguridad y que los pistoleros reciben sueldo y están afiliados a la seguridad social y a centros vacacionales para asegurar su lealtad, precisó el informe.
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Bogotá.- Una banda de sicarios colombianos acusada de unos 200 homicidios y cuyos miembros están afiliados a la seguridad social y tienen vacaciones opera en otros siete países, incluidos Venezuela, Ecuador, México y Panamá, reveló hoy una investigación periodística.
La organización también actúa en Brasil, España y Estados Unidos y se denomina "Los Tres Puntillas", debido a que a algunas de sus víctimas les deja como señal tres clavos incrustados en el cráneo, según investigadores de la fiscalía colombiana citados por el diario El Tiempo.
De acuerdo con la publicación, "los pistoleros son contratados por mafias y particulares que pagan por aniquilar a sus enemigos sin dejar rastro", y en Colombia están al servicio del capo del narcotráfico Wílber Varela, alias "jabón", informó AFP.
Sicarios capturados aseguran que el jefe de la banda, el ex policía colombiano Jair Molina, "premia" al "escuadrón especial" que opera en el exterior con viajes por el Caribe con todos los gastos pagos.
"Incluye hoteles cinco estrellas para uno y toda la familia, y luego se vuelve al trabajo", cuenta Carlos Mario Kerguelen, uno de los 14 detenidos hasta la fecha. Se estima que la organización tiene unos 30 integrantes.
Las autoridades sospechan que una de las víctimas de la banda, creada en 1997 y basada en la ciudad de Cali (suroeste), es el ex oficial de la policía colombiana Jaime Pineda, quien trabajaba para el cártel de norte del Valle y fue ultimado a tiros en septiembre de 2005 en Acapulco (México).
También es responsable del asesinato del futbolista profesional Albeiro "Palomo" Usuriaga, baleado en febrero de 2004 en Cali, según uno de los capturados.
"Todo indica que fue por asuntos sentimentales y que Usuriaga desconocía los hechos", consigna un informe confidencial, según el cual la orden fue dada por un ex cabecilla de la organización.
Asimismo, los investigadores han establecido que la banda tiene una red de informantes en los organismos de seguridad y que los pistoleros reciben sueldo y están afiliados a la seguridad social y a centros vacacionales para asegurar su lealtad, precisó el informe.
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